El medio ambiente es nuestro hogar; al decir “nuestro” me
refiero al de todas las especies que habitamos en él. Sin embargo, lo estamos
destrozando rápidamente. Agotamos los recursos, alteramos el equilibro que el
resto de las especies han conseguido a
lo largo de milenios y no somos conscientes de que tenemos que tomar medidas instantáneas
porque ya es tarde; no podemos esperar más.
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Resulta paradójico que cuando alguien compra una casa trate
de cuidarla porque la considera su hogar.
Y no obstante, el medio ambiente es también nuestro hogar y lo estamos
destrozando.
Yo me pregunto por
qué hacemos esto. Por qué en vez de cuidar todos juntos el planeta e ir a favor
de él vamos en su contra, destruyendo todo lo que tocamos. Así el hombre se ha convertido
en el gran depredador del medio ambiente, en el virus más peligroso para el
entorno, debido a la terrible influencia que su actividad tiene en el cambio
climático.
¿Cómo una sola especie ha podido destruir tanto el planeta
en tan poco tiempo? Parece casi imposible. El resto de las especies llevan
millones de años aquí, adaptándose al medio ambiente y manteniendo el equilibrio
entre ellas. La llegada del hombre y el descubrimiento de la energía acabaron
con este equilibrio.
La especie humana,
dotada de intelecto y capacidad para razonar y pensar por un bien común, se ha
encargado de explotar los recursos que compartimos con el resto de las especies.
Lo más lamentable es que en la especie humana cada individuo busca su propio
beneficio. En pocas ocasiones trabajamos para el bien del colectivo por eso
hemos sido incapaces hasta ahora de dar una solución eficaz a este problema.
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Como dice el científico indio Veerabhadran Raamanathan: ”Contaminan
los mil millones más ricos, pero sufren las consecuencias los tres mil millones
más pobres.”
El Papa Francisco preocupado por el medio ambiente señala en
su encíclica “Laudato sí”: “El llanto de
la naturaleza está ligado al llanto de los pobres”.
Por lo tanto antes o después el uso indebido de los recursos
naturales y el maltrato del medio ambiente tendrán repercusiones en todos
nosotros y de manera particular en las personas con menos recursos.
¿Acaso somos los dueños del mundo? En los países del norte disfrutamos de grandes comodidades... a costa del planeta... y muchas veces de los habitantes de los llamados países del sur. Mundo rico... ¿a costa de quién? Esto debemos cambiarlo. ¡Vamos a trabajar por ello!
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