El deslizamiento tuvo lugar en un vertedero situado a las afueras de la capital de Etiopía, Addis Abeba. Esto que ocurrió el 12 de marzo provocó por lo menos la muerte de 46 personas, 37 más fueron rescatadas y todavía hay muchas personas desaparecidas,
por lo que se teme que el número de muertos aumente en la próximas horas.
Las
causas del accidente están siendo investigadas pero vecinos de la zona
aseguraron que en los últimos meses se había
reanudado el vertido de basura en este vertedero etíope. Centenares
de personas recogen basura en este vertedero diariamente y de manera precaria
como medio de vida e incluso tienen casas improvisadas dentro del mismo
Se estima que unos 500 recolectores de basura trabajan en el relleno sanitario, para separar y recuperar los restos de basura que producen aproximadamente unos cuatro millones de residentes de Addis Abeba. De acuerdo con funcionarios de la ciudad, cerca de 300 mil toneladas de residuos se recogen cada año en la capital etíope, de las cuales la mayor parte es llevada al basurero de Koshe.
Un vertedero no debería dejarse sin control. No es un lugar apto para la vida de las personas y además conlleva una serie de efectos que se deben controlar, entre ellos la posible inestabilidad del terreno, como ha quedado patente en este caso.
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